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El pirograbado es una técnica artística que, posiblemente, se remonte a nuestros más primitivos antepasados. Tan solo se necesita una superficie y un objeto caliente, nada más. Muy probablemente nuestros ancestros, al calor de una hoguera, quemasen dibujos con brasas sobre troncos, o decorando pieles de animales.

Qué es un pirograbado

 

Un pirograbado es una impresión realizada mediante calor sobre una superficie tal que cambia de color al ser calentada o quemada.

La superficie tradicionalmente usada es madera, pues la madera se oscurece con facilidad en tonos de marrón o llegando casi al negro. Pero también es común el pirograbado sobre cuero o piel, e incluso hay superficies sintéticas que son válidas también. Es muy fácil hoy en día conseguir un buen set de pirograbado por poco dinero.

Seguro que has visto las habituales agendas en simil piel, con el año grabado en portada (o lomo) en un tono más oscuro que el color de la cubierta: eso es un relieve impreso con molde caliente que «quema» la superficie, virando el color. Es otro ejemplo.

 

Cómo es un pirograbador – Set de pirograbado

 

Vamos a ver qué es lo que necesitas para iniciarte en el pirograbado.

El primer paso es tener un pirograbadorpirógrafo. Básicamente hay dos modelos, uno de doble alambre, y otro (el más común y recomendable) de punta intercambiable.

En tamaño, forma y uso es muy similar a un soldador de estaño, de los que se usan en electrónica; de hecho algunos tienen ese doble uso y en caso de emergencia un soldador de estaño de punta metálica podría hacer la función.

Los pirógrafos de punta intercambiable tienen esa opción de, precisamente, intercambiar la parte en contacto con la madera: puntas finas, medias, gruesas, redondas, biseladas o con motivos a estampar dejan una infinidad de opciones para que des rienda suelta a tu creatividad.

 

5 pasos para iniciarte en el pirograbado

 

Una vez cuentas con un pirograbador, te proponemos estos 5 pasos para completar tu obra:

  1. Familiarízate con el pirograbador. Conoce la herramienta, cambio de puntas, tiempo de calentamiento y enfriado, y sobre todo ten cuidado: quema. Usa alicates para cambiar puntas, y apoya sobre un soporte adecuado (el propio del aparato, o un plato de barro por ejemplo), cuidando de que no ruede, resbale o toque la punta algo inflamable. Prueba sobre distintos materiales, distintas puntas, haz líneas finas, sombreados, sellos…
  2. Elige y prueba la superficie a grabar. No es lo mismo usar madera, que cuero, que material sintético. Reserva un pedazo iniciar de prueba sobre el que ir practicando antes de empezar sobre la pieza definitiva. Nosotros te recomendamos que empieces con tablillas de madera barata (pino es perfecto) y después pases a maderas de más calidad, cuero, gamuza o encuadernación termovirante.
  3. Prepara la superficie. Si es una madera, líjala con lija fina. Si es textil o cuero aplana y tensa si es posible. En todo casi siempre limpio y seco, sin polvo o restos.
  4. Traza una plantilla. Dibuja a lápiz un boceto, o plantea qué quieres hacer sobre la pieza. Ten en cuenta el sentido de la veta de la madera, se trabaja distinto a favor que en contra de las fibras.
  5. Dibuja y remata. Procede a realizar el dibujo, primero las líneas generales, después las restantes, y por último los pequeños detalles. Si tu obra es en color, colorea, tiñe, o aplica terminaciones como dorados, brillantes o aplicaciones. Finalmente, aplica un barniz adecuado o una capa protectora final.
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