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Vivimos en un mundo en el que todo está teñido de marketing, en el que las personas son productos, y lo «real» es una falsa etiqueta más. En un entorno así, los juegos no son tampoco ajenos al marketing, y prácticamente todo son franquicias, marcas, y productos destinados a favorecer más ventas, fidelización y clientela.

Se hace necesario un retorno a lo esencial, a lo básico. Volver a los juguetes que son juguetes y que cumplan con su primera función: estimular la imaginación. Por el placer de jugar, y de hacer que los niños desarrollen habilidades simbólicas, de abstracción, en definitiva: juegos que sean juegos.

Melissa & Doug: retorno a lo esencial

Juguetes desprovistos de todo aquello que no es necesario para jugar. Piezas de madera, colores básicos, formas que permiten a los niños imaginar. Un camión es un camión y no una marca y modelo de camiones. Una muñeca es una muñeca, y no una franquicia. Lo mismo con todos los juguetes de Melissa & Doug.

Así, los niños juegan imaginando, dedicando su atención. La simplicidad y la sencillez permiten que sea el niño y no el juguete quien marque el rumbo del juego.

Libertad, creatividad, curiosidad, valores que se ven potenciados por estos juguetes y juegos bien construidos, seguros, duraderos.

Probados por niños

Una de las principales señas de identidad de Melissa&Doug es que sus productos no solamente están destinados a niños, sino que, desde los inicios del proyecto, han sido probados por niños. Observar a los niños jugar, sus opiniones –siempre sinceras–, y sus aportaciones hacen de los juguetes M&D muy especiales.

Puzzles, comida de juguete, vehículos, material de colorear y lectura, disfraces, juegos de construcción, alfabetos… cualquier elección será un acierto. ¿A qué esperas para comproblarlo?

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